Josep Cárceles o el artista del espíritu.A medio camino entre la pintura y la escultura, las obras de Josep Cárceles destacan por su capacidad de interpelación. Son obras atrevidas que, por su naturaleza y sobre todo por su fondo, trascienden el tiempo… Obras que van más allá, que interpelan, que remueven por dentro, que buscan en el espectador un diálogo a corazón abierto que no le dejará indiferente.
Nos relata en este nuevo libro las íntimas reflexiones que le impulsan a crear y posteriormente a desarrollar sus relieves escultóricos así como algunas de sus esculturas.
Descubra también en este apólogo su entelequia imaginativa al introducirnos en una alucinante aventura con sus grandes amigos Manel Masvidal y Gustavo Mendoza.
Dicho viaje arranca cuando se descolgaron por el brocal del pozo emplazado en el claustro de la catedral de Girona.
El editor
Hola Josep.
ResponderEliminarMe he leído el capítulo introductorio y el primero, y sigo "enganchado".
Al leerlo he tenido dos sensaciones o emociones. Por un lado he pensado en la casualidad del destino, y cómo nos hemos conocido, ya que es mucha casualidad como bien has dicho tu escribas de las alturas, y yo de los abismos. Tu de Jesucristo y Dios, y yo del "demonio" (aunque como también has dicho, y has captado en seguida no es del demonio propiamente dicho sino del demonio del sufrimiento humano). Lo otro que he sentido, es que tu escrito es valiente. Es cierto como dices en el prologo´´ que hoy en día si te pronuncias en tu Fe (y en especial si no es de las "minorías" "superprotegidas como diría Punset...) te miran con malos ojos. Si hablas del amor a Dios o de Jesucristo, te miran con recelo, y como mínimo piensan que eres "anticuado", pero lo más normal es que aunque no lo pidas te intenten "convencer" de lo equivocado que estás, aunque tu no digas nada, aunque no defiendas nada. Y la mayoría de las veces más que convencer, lo que pretenden es avasallarte, e incluso los más ignorante reírse...
Estamos en una sociedad que se habla de tolerancia y respeto. Pero que sólo se aplica a esas "minorías". No habiendo ni tolerancia ni respeto a los demás. Es una vergüenza. Por ejemplo, se rasgan las vestiduras por que hay en algunos centros públicos crucifijos, y esas mismas personas, se las rasgan igualmente porque se quiera eliminar el Burka... es decir que los símbolos católicos son malos pero los musulmanes no... y encima si hablas mal de las minorías los te tachan de todo.
Por eso Josep eres valiente, y admiro tus palabras de sincero amor a Dios. Transmites una emoción pura, lumínica, blanca. Transmites la Paz que te da tu Fe, la seguridad que te da tu Fe, la felicidad que te da tu Fe. Son párrafos y palabras sencillas, y sobre todo sinceras, que salen directamente de tu corazón.
Puede que mucha gente, sobre todo hoy en día, y en esta sociedad que tiene "miedo" a opinar diferente a lo que la gran masa opina, no entienda tu obra. Pero yo sí la entiendo, porque fui educado en la tolerancia real, no la que te intentan vender los políticos progresistas, los cuales sólo ven como progresistas sus opiniones y si no opinas como ellos no lo eres. Porque tengo una cultura y no soy ignorante. Y no he dicho estudios, que también los tengo, sino cultura, la cultura de escuchar a las personas e intentar comprenderlas, aunque yo no piense igual.
Yo me crié en una familia católica, aunque no practicante. Mi madre tiene mucha Fe, y de pequeño me leía para dormirme la vida de los santos. De ahí mi fascinación por la historia. Cuando crecí pasé por diversas etapas, desde la atea hasta volver a creer, pasando por la agnóstica, y la de plantearme otros cultos. Pero lo que finalmente se asentó en mi corazón, es la creencia en Jesucristo y en Dios, aunque de una manera "diferente", más pegado a la concepción "energética" de Dios, aunque eso es otra historia... No soy practicante, porque no profeso la Fe de la Iglesia como institución, aunque me sobrecogen las iglesias como edificio santo, y siento la energía de la Fe de los creyentes condensada con el paso de los siglos entre las viejas piedras. Esa es mi Fe, y no me avergüenza admitirla. Creo en Dios pero no en la iglesia, creo en Jesucristo pero no en los hombres. Y aunque piensa, algo diferente a ti, no significa que no te respete ni entienda.
Por otro lado me ha encantado la manera que tienes de transmitir el sentimiento del artista ante una nueva obra, y el proceso de creación, en este caso cercano al misticismo de San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús. Ambos explicaron la inspiración como amor de Dios, como un "fuego".
Seguiré leyendo con atención y ya te cuento.
Un abrazo.
JOSÉ BARCÍA